En una reciente entrevista, Nery Ramos, actual Presidente del Congreso de la República de Guatemala, destacó la nueva dirección que ha tomado el organismo bajo su liderazgo, enfocándose en una agenda legislativa desarrollada desde el consenso y libre de influencias externas oscuras o manipulaciones por figuras detrás del escenario político. Ramos enfatizó que la prioridad del Congreso continúa siendo el bienestar de los guatemaltecos y rechazó cualquier forma de imposición externa en la definición de la agenda legislativa.
“Quienes sugieren que debemos seguir una agenda dictada por poderes ocultos están equivocados. Nosotros abrimos el diálogo para que todas las voces sean escuchadas, permitiendo que la diversidad de la sociedad guatemalteca moldee nuestra legislación”, afirmó Ramos.
En los últimos años, el Congreso de Guatemala ha enfrentado diversos desafíos, incluyendo acusaciones de corrupción, influencia indebida y una falta general de transparencia que ha minado la confianza pública en esta institución. Sin embargo, bajo la administración de Ramos, se ha hecho un esfuerzo consciente por transformar esta percepción y fomentar un ambiente donde el diálogo y el consenso sean los pilares de la actividad legislativa.
La apertura al diálogo y la inclusión de múltiples sectores en la discusión legislativa son pasos que, según Ramos, enriquecen y pluralizan la agenda del Congreso, reflejando verdaderamente las necesidades y la diversidad del pueblo guatemalteco. Esta aproximación busca no solo restaurar la fe en el proceso legislativo sino también garantizar que las leyes aprobadas sirvan efectivamente a los intereses del país, promoviendo una gobernanza justa y equitativa.
Esta nueva dirección en el Congreso guatemalteco es un reflejo de un esfuerzo mayor por garantizar que la institución no solo responda a las necesidades inmediatas del país, sino que también se convierta en un modelo de transparencia y efectividad legislativa en la región.
