Estos desperdicios que se han quedado atrapados en la arena o en los manglares que rodean la zona, cuenta, son apenas un “pequeño recuerdo” de lo que han dejado inviernos de años anteriores, que han llevado gran cantidad de basura arrastrada por el río Motagua, que desemboca en el Golfo de Honduras después de hacer su recorrido de 486 kilómetros desde Quiché, y luego de atravesar 14 departamentos y 95 municipios de Guatemala.
“Viera aquí como se pone cada vez que hay una llenada”, relata Francisco a orillas del mar, mientras muestra una variedad de desechos que han quedado sobre la playa, desde costales con pañales desechables, insumos tóxicos, envases de plástico hasta jeringas y otros desechos hospitalarios.
“Al menos a dos niños hemos tenido que llevar al centro de salud porque se han lastimado con agujas que se esconden en la arena”, señala. Solo de las playas de esa comunidad recogieron entre septiembre y noviembre del año pasado, unas 17 toneladas de desechos.
El problema no es nuevo. Los pobladores de esta aldea habitada por unas 42 familias, llamada Barra del Motagua, cuentan que siempre el río ha llevado desechos. Sin embargo, la problemática se ha agravado en los últimos años al extremo que se ha formado un frente de pobladores, comerciantes y operadores turísticos de Omoa que impulsan una demanda internacional en contra de Guatemala.
Puntualmente esta denuncia va dirigida hacia la comuna de la capital, que —afirman— es la principal responsable de la contaminación del Motagua puesto que es la que administra el vertedero de la zona 3, el más grande país, que recibe a diario al menos mil 700 toneladas de desechos de la ciudad y otros ocho municipios vecinos, según un estudio de la municipalidad capitalina del 2012.

Aunque Francisco considera que Guatemala hace esfuerzos importantes por resolver el problema, no todos los habitantes ni sectores socioeconómicos de Omoa piensan lo mismo.
El lugar vive del turismo. El día que Prensa Libre visitó Omoa decenas de personas se bañaban en las tranquilas y cristalinas aguas de la bahía, mientras que ríos y riachuelos, igual de transparentes, descendían de las montañas hondureñas.
Es por eso por lo que los empresarios y comerciantes de este municipio acuerpan la demanda internacional que está a cargo de la Fundación Eléutera, organización hondureña que trabaja y trata de incidir en favor de la población. Dicen estar cansados de que los gobiernos se reúnen, los funcionarios se estrechan la mano y se toman la foto, pero no pasa nada.
Bomba de tiempo
“Durante 12 años hemos estado solos, hemos batallado porque somos los que salimos directamente afectados”, dice Maribel Umaña, presidenta de la Cámara de Comercio de Omoa. “No podemos pagar las consecuencias de lo que ellos no resuelven”, subraya.
Afirma que la Fundación Eléutera se ha reunido con personas que conocen del daño que los desechos del Motagua han causado al ecosistema marino de Omoa, e incluso mantienen acercamientos con organizaciones internacionales “para avanzar con la demanda”.
Fuente: https://www.prensalibre.com/pl-plus/guatemala/comunitario/omoa-espera-con-zozobra-la-llegada-del-invierno-que-amenaza-con-copar-sus-costas-con-desechos-del-motagua/?utm_source=Alertas&utm_medium=PrensaLibre&utm_campaign=